La floración de los almendros me recuerda muchísimo los cerezos en flor que suelen florecer a finales de marzo en Japón. Como ya os he dicho nací en Brasil pero mis padres son japoneses, viví muchos años en Japón, así tengo la cultura japonesa muy arraigada dentro de mi, a pesar de haber vivido casi toda mi infancia y adolescencia en Brasil.
En este país, la floración de los cerezos es un acontecimiento nacional, ya que es de una gran expectación ver las flores de los cerezos pues solamente se pueden apreciar por pocos días. Como hecho de menos hacer picnics con mis amigos en los parques debajo de los cerezos.
La fiesta del Hanami en Japón está cargada de simbología, por la brevedad de su floración, se compara a la fugacidad de la vida. Que la vida como la flor del cerezo es muy bella y delicada, que hay que disfrutarla cada segundo como se fuera el último de nuestras vidas. Que la muerte, la desaparición en el ciclo de la vida son tan fundamentales como su inicio, parte de la belleza de las cosas es precisamente la consciencia de que pronto desaparecerán, de que nada puede ser eterno.
Muy bonita tu tarta, he visto tu blog y
ResponderEliminarme encanta!!desde hoy seré tu seguidora,
y con mucho gusto te invito al mio.
Hola Mariela, antes de todo, muchas gracias por visitar mi blog y hacerte fan,acabo de hacerme seguidora también de tu blog y del facebook. Tus tartas son preciosas, como se ve que cuida de todos los detalles. Un abrazo. Erica.
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